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"...Esa
tarde Sherezade entendió que, hasta que una verdad se manifiesta y
logramos VER hay que recorrer pueblos del desierto en los que
bailamos por necesidad...y dejar que nuestros velos de color
púrpura vayan convirtiéndose en vivencias asumidas. Supo que dejar de bailar,
de danzar, no era suficiente. Su corazón tenía que
dejar de escuchar esa música y empezar a revivir sucesos que en algún momento
había encerrado en el cofre del pasado. Se encontró ante el gran
reto de reinventar la melodía de su futuro. Mirando hacia las
dunas las notas surgieron de la arena creando un
pentagrama que, por fin, podía ver!! |
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